Exposición colectiva «Esquizografías» de Aristides Rosell y Araceli Carrión

Diciembre 2009

La parábola del otoño, ese lecho de hojas marchitas es sólo el pretexto para Carlos Fuentes en su afán de recontextualizar objetos y nuevos significados… ¿Quién seTarjeta_portada_Michel_Araceli_1 arriesga a decir que se trate sólo de naturalezas muertas, cuando en una obra como «Naufragio» un barquito de juguete, abandonado al azar, puede convertirse en una preclara referencia al éxodo permanente de los cubanos en el estrecho de la Florida o al fracaso de un proyecto político o social, o más ingenuamente, a una infancia infortunada?. Así que no hay nada obvio en estas obras que invitan a infinidad de relecturas y aprendizajes, a reconexiones de significados y significantes, tanto locales como universales… ¿Será lo mustio la representación de la decadencia, el fracaso, la caída, la decrepitud, lo senil, lo que languidece bajo nuestros pies o un pretexto para nostalgias y fábulas de amor? En contraste con esta mórbida calidez de Fuentes, Araceli Carrión nos invita a reflexionar desde una estridencia de color, inquietante y sobresaltada visión de la realidad femenina, por momentos desafiante y desbordada de contrastes, de encadenamientos y laceraciones. No se encontrará una grácil sonrisa femenina, sino rostros alarmantes que revelan melancolías, azotamientos sicológicos, pesares, contrasentidos…. Espléndidas composiciones, expresamente eufóricas y traumadas, las obras de Carrión terminan en una eclosión de ira, de autorevelación y rebeldía. La fuerza compositiva de sus lienzos y el desafiante uso cromático no dejan lugar a la indiferencia.

Raimundo Díaz